El 20 de agosto de 2023 en la catedral de Saint-Hyacinthe se celebró una misa en español para agradecer a los trabajadores agrícolas de la región. También estuvieron presentes algunas organizaciones que difundieron información valiosa.
Texto y vídeo Marie-Anne Dayé
Traducción Francisco Salazar
En un soleado domingo de agosto, los fieles fueron llegando poco a poco a la catedral. Una vez reunidos, la misa en español comenzó. Himnos religiosos entonados por 30 coristas y lecturas bíblicas marcaron la ceremonia, seguida de un ritual que conmovió a más de uno. “Que el Señor bendiga tus manos trabajadoras”, dijo el sacerdote, trazando una cruz en cada una de las manos que estaban frente a él.
“Es nuestra undécima edición y creo que fue la mejor”, se alegra John Sánchez, responsable diocesano y del servicio pastoral para los trabajadores temporales y los nuevos inmigrantes. “Siempre es una ceremonia que dice mucho, no sólo a los trabajadores. Teníamos residentes permanentes, habitantes de Saint-Hyacinthe y de sus alrededores, y ellos también se beneficiaron de este pequeño gesto de bendición de las manos. Las lágrimas corrían, fue muy intenso”, añade el hombre que acompaña a los trabajadores desde cerca de 20 años.
Informar sobre los derechos y las responsabilidades
Después de la misa, todos se dirigieron a la explanada de la catedral donde las organizaciones estaban listas para brindar información y apoyar a los trabajadores: Justice Pro Bono difundió su servicio de información jurídica y la línea telefónica gratuita; el Centre d’aide aux familles latino-américaines (CAFLA) brindó asesoría en temas de salud; Intégration Compétences, Service L’ANCRE y Visión ML de la Fundación Oscar Romero estuvieron promocionando sus servicios regionales; la UPA Montérégie dio a conocer su línea telefónica de información general para los trabajadores; Cyclo Nord-Sud distribuyó gratuitamente 20 bicicletas además de un kit de seguridad; la CNESST respondió a las consultas sobre normas laborales y el RATTMAQ distribuyó su agenda además de ofrecer información. En el acto también estuvo presente la cónsul de Guatemala.
“Es lindo ver a todas las organizaciones trabajando juntas por la misma causa. Eso me da una fe enorme, continúa John Sánchez. Creo que tenemos que continuar el trabajo que hemos estado haciendo durante estos 20 años, es decir, crear conciencia tanto entre los patrones como entre los trabajadores. El jefe no es un cajero automático con quien vamos a sacar dinero. Y el trabajador no es una máquina para producirlo. A través de las organizaciones es bueno escuchar que los trabajadores tienen derechos, pero también tienen obligaciones”.
“La fe es un elemento unificador, ¡pero también lo son los tacos!”
La fiesta pareció ser muy popular entre los participantes, quienes pudieron escuchar la voz del cantante Víctor Carrera y la música tradicional mexicana del mariachi Sol de Canadá, comer tacos y maíz salado untado con mantequilla. Luis Fernando, un mexicano que trabaja en Dunham en la cosecha bayas, ya ha participado en eventos de este tipo en el pasado en Ontario y Chicoutimi. “¡Esta fiesta es buena para todos los latinos! Para él es también una oportunidad para hablar con gente nueva.
John Sánchez subraya la importancia para los trabajadores de este peregrinaje hacia la catedral. Y, por supuesto, la fiesta que viene después. “La fe es un elemento unificador, ¡pero también lo son los tacos! “.
Más en serio, el constata que se comparte más información a los trabajadores. “No todos los patrones son conscientes de esta causa. Pero toda la sensibilización garantizará que, en algún momento, los empleadores comprendan que los trabajadores no son máquinas, son seres humanos que también necesitan descansar”, concluye el responsable diocesano.
Este proyecto está financiado por el Gobierno de Canadá.