En funciones desde hace un año, Iris Julissa Hengstenberg Delgado de Gros, cónsul general de Guatemala en Montreal, tiene la enorme ambición de apoyar a los guatemaltecos que se encuentran en Quebec. ¿El principal desafío? Ubicarlos.
Texto y fotos: Marie-Anne Dayé / Traducción en español : Francisco Salazar
El 2024 promete ser un año ajetreado para el Consulado de Guatemala en Montreal: ampliación de instalaciones, impresión de pasaportes y consulados móviles se suman a la lista de servicios que se ofrecían anteriormente, como visitas a granjas y acogida de trabajadores en el Aeropuerto de Montreal. La Cónsul General Iris Julissa Hengstenberg Delgado de Gros quiere llegar a más guatemaltecos y servir a su comunidad lo mejor posible. “Soy una persona que tiene gran vocación de servicio. Me mantiene viva, me hace seguir adelante. Me gusta buscar oportunidades, ver cómo podemos mejorar lo que ya está hecho y cambiar lo que no funciona”, afirma.
Inició su carrera diplomática como tercera secretaria de la embajada de Guatemala en Francia, después regresó a Guatemala al Ministerio de Relaciones Exteriores, luego cruzó nuevamente el Atlántico donde se hizo cargo de los asuntos de Francia y de la UNESCO. En el 2022, participó en la inscripción de la Semana Santa en Guatemala, evento religioso y cultural que conmemora la Pasión, muerte y resurrección de Cristo, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
En el 2023 en Montreal, emprendió un nuevo capítulo en su carrera centrándose por primera vez en un tema que no le era del todo familiar: el de los trabajadores temporales. Así, se enfrentó a un nuevo desafío profesional, pero también personal. Acompañada de su hija, acepta su nuevo mandato en Quebec, pero esto la aleja de su esposo y de su hijo, que deben quedarse en Francia. “Es complicado ser mujer diplomática porque viajas mucho. ¡O sigues o no! Si no tuviera el apoyo total de mi familia, no podría prosperar en lo que hago”, dice.
¿Qué desafíos representan los trabajadores extranjeros temporales?
Uno de los desafíos es que incluso si somos parte del programa de movilidad profesional, no dependemos del Ministerio de Trabajo de Guatemala: la mayoría de los TET en Quebec son reclutados por agencias privadas. Entonces para nosotros es difícil de saber dónde se ubican, a diferencia de México que tiene un acuerdo bilateral con Canadá y que tiene un registro de todos los trabajadores que están aquí. Recientemente, las autoridades guatemaltecas visitaron Quebec e intentaron, en varias ocasiones, negociar con Canadá, aunque este no está abierto a ese tipo de acuerdos.
Estamos tratando de acercarnos a los guatemaltecos a través de las redes sociales para que vean lo que el consulado les puede ofrecer, además de protección, pero no hemos conseguido llegar a todos por lo difícil de obtener una base de datos.
También me gusta ir a buscar a estos guatemaltecos que llevan aquí años y que han perdido el vínculo con Guatemala por motivos personales o profesionales. Es muy importante para mí acercarlos con Guatemala, a sus raíces, especialmente a los que salieron descontentos de Guatemala. Deseo reconciliarlos con su país.
¿No tener un acuerdo bilateral con Canadá hace que los TET sean más vulnerables y que sus condiciones no sean tan favorables?
Sí, pienso que los hace más vulnerables porque hay menos control. Pero creo que en general todavía hay respeto de los derechos, aunque hay casos extremos de violencia, abuso laborales e incumplimiento de las normas. Nos gustaría encontrar las respuestas y hallar una manera en la que las autoridades canadienses puedan intervenir para detener estos abusos.
¿Cuál sería la manera para detener los abusos?
Prohibir o hacer un control estricto de ciertas fincas e incluso de ciertas agencias de contratación maliciosas para que cesen sus actividades. Son las autoridades quienes les dan permiso para operar y para reclutar trabajadores. Estas agencias están creciendo como hongos. Es complicado porque incluso los trabajadores están empezando a crear sus propias agencias de contratación. Terminamos perdiendo el control.
Ante esto, no debemos de mirar hacia otro lado. Insisto en la responsabilidad de las autoridades tanto provinciales como federales por otorgar permisos a agencias y a fincas. Creo que este es un gran desafío del Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (PTET) en comparación con el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAS) porque en este programa no hay otra manera, debes pasar por la agencia nacional de contratación.
Estamos tratando de concientizar a los guatemaltecos para que nos contacten, para que levante su queja, sin embargo, en el terreno observamos que tienen miedo de denunciar. También está en la cultura tener miedo de perder el trabajo o la oportunidad de regresar a Canadá.
¿Qué hacen para convencer a los trabajadores de alzar la voz y denunciar?
Les recordamos que tienen derechos. El problema que encontramos es que no conocen completamente sus derechos y obligaciones antes de venir a Canadá. Creo que para concientizarlos tenemos que hablar con ellos antes de que suban al avión, antes de que salgan de Guatemala. Hay avances en este tema, por ejemplo, el organismo FERME, a través de su programa FERME Contigo, puso en marcha un programa de sensibilización, y creo que hay que seguir en este camino e invitar a otras agencias a hacer lo mismo.
¿Piensa que la abolición de los permisos cerrados podría arreglar el problema de las fugas de los trabajadores o los abusos contra ellos?
Siempre me hago esta pregunta y no sé si Quebec, e incluso Canadá, están preparados para gestionar el flujo de personas que pasarían de una empresa a otra. Además, el permiso cerrado nos ayuda a controlar el flujo migratorio de Guatemala a Canadá: sabemos cómo se moverá la gente de manera legal, permite una migración segura y brinda un poco de estabilidad. Sin embargo, el riesgo de los permisos cerrados es el abuso. Creo que con permisos abiertos habría más respeto a los derechos humanos y al derecho laboral, pero ¿vamos a supervisar adecuadamente a los trabajadores? ¿Qué pasará si dejan a su empleador y por consecuencia no logran encontrar trabajo?
¿Es importante para usted garantizar que los trabajadores regresen a Guatemala?
Sí, es importante. Salen de Guatemala por ocho o diez meses y regresan para ver a su familia. Esto crea estabilidad familiar. A veces ya no regresan, se olvidan de que tienen allá una familia porque aquí han encontrado lo que necesitan. Con el permiso cerrado saben que se quedarán con un empleador y, si las cosas van bien, mucho mejor, volverán a casa y saben que volverán la temporada siguiente. No creo que sea la mejor fórmula de trabajo, pero crea estabilidad. Nuestra prioridad es asegurar una migración regulada, segura y ordenada.
¿Qué importancia tiene la colaboración en su trabajo?
Estoy muy feliz de trabajar con Immigrant Québec. Cuando realizamos la primera reunión trimestral como parte del Programme de soutien aux travailleurs migrants financiado por el Gobierno de Canadá, me permitió ver la red de organismos que están ahí para ayudarnos a apoyar a los guatemaltecos. Es muy importante trabajar estrechamente con los organismos porque no podemos hacerlo solos. Cada uno tiene su experiencia. Necesitamos encontrar soluciones para ayudar de la mejor manera posible a los TET y a los guatemaltecos en general.
Este proyecto está financiado por el Gobierno de Canadá.